Encontrando el sentido. Cap IX La inminente caída – por Omkari

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"Tropezamos y caemos constantemente incluso cuando estamos iluminados. Pero cuando estamos en la oscuridad espiritual, ni siquiera sabemos en qué hemos caído".

Thomas Merton

A Guadita, 
A Lalita

 

Dicen que todo lo que sube tiene que bajar – caer. Hablan también de la ley del péndulo. Que cuando has estado de un lado de la vida, debes irte hacia el otro extremo primero, para luego lograr llegar al punto medio. Entiendo que eso fue lo que me pasó.

Cómo les he venido contando a través de estos capítulos, mi vida a partir del yoga se transformó, y esa transformación fue pasando por etapas: la primera fue la del enamoramiento por la práctica, rosas, nubes, todo era bonito, lo que hacía estaba relacionado con la escuela; retiros, eventos… ; pero fui teniendo otras experiencias en el camino y ellas iban dejando entrever otra realidad y sobre todo me llevaron a equilibrar las cosas.

Entré a estudiar arte, algo que siempre había querido, pero claro, el estudio comenzó a ganar terreno, espacio y tiempo; clases temprano por la mañana, y otras terminaban tarde en la noche y en la mitad el trabajo; lo cual me dejaba poco espacio para la práctica personal. Un día me senté a meditar y no logré concentrarme porque estaba pensando que ya tenía que irme a clases, al día siguiente fue igual… y llegó el día en que ya ni siquiera me senté a intentarlo.

Cuando me di cuenta había pasado un año entero sin meditar 😳 y sin practicar,  las consecuencias se hicieron evidentes, en el cuerpo y en la mente.
En el capítulo anterior les relaté sobre quien es un “amigo espiritual”; vinieron a mi mente, las enseñanzas, las palabras de cada uno de esos amigos, así que me levanté un día y volví al camino de la práctica.
El volver fue de a poco: pre yoga, respiración completa, pocas asanas y 10 minutos de silencio e interiorizacion.

Pasaron unos meses y mi sobrina de 6 años, entonces, me dijo: “tía, enséñame yoga” y pensé  me pregunté ¿cómo le enseño yoga a una niña de 6 años? Y bueno lo único que hice fue irle transmitiendo lo que conocía de la ciencia del yoga, y ella estaba contenta. Luego se le juntaron sus compañeras de escuela y aquello se transformó en mi primer grupo de alumnas.

Después llegó un jardín de infantes donde impartí clases a niños de 5 años, durante 1 año.
Enseñaba lo que había aprendido en la escuela de yoga, pero sabía que necesitaba otras herramientas, así que busqué por internet qué opciones había. Esto era en el transcurso del 2008, año en el que aún no existían profesorados de yoga en Ecuador, sino en el exterior. Tuve la fortuna de encontrar el Centro de Yoga de Sivananda, maestro del cual había tenido muchas referencias en los escritos del Padre Dávila. Así que, imprimí la información y la coloqué en mi cartelera para visualizarla todo el tiempo y hacer que se materialice. El profesorado ese año se iba a realizar por primera vez en Argentina.

Cierto día conversando con mi prima, Guadita ella dijo: “¿por qué no haces un préstamo estudiantil?”  🤔 ¿me darán un préstamo estudiantil para yoga? Le dije y ella respondió “nada pierdes con intentar”. Y así fue como inicié el trámite del préstamo el cuál aprobaron sin problema y sin mucha espera, hasta hoy me sorprende esta historia.

Cómo anécdota les cuento que cuando estaba llenando la solicitud, el señor que me atendió me dijo “¿y no va a prestar algo más, para que pasee y haga turismo?” Y de esa manera conocí y disfruté Buenos Aires.

En la próxima entrega te cuento los detalles del mes que estuve en el profesorado.

 

10 comentarios en “Encontrando el sentido. Cap IX La inminente caída – por Omkari

  • Gracias por compartir Omkari sus experiencias, nos enseñan y animan que todo es desear desde el corazón y las puertas se van abriendo y vamos tomando decisiones que creíamos que nunca tomaríamos. Un paso a la vez nos lleva al segundo. Namaste 🙏🏻

  • Tantas veces te dicen que debes tomar una orilla o la otra, que los medios no existen, cuantas veces nos aferramos a ciertas ideas o caminos a seguir como receta. Creo que los grises son los que matizan el color, el centro es el equilibrio de las emociones y las ideas, solamente ahí se encuentra, equidad, unidad. Me encantó. Por otro lado no sabía que estudiaste arte.

    • Si mi querida Pao, me hiciste acuerdo de un trabajo que hice sobre los grises. Si estudié arte, es más la foto es de un grabado que hice en ese tiempo.

  • Que positiva anécdota! Tantas veces los límites son las fronteras que uno mismo se impone. Un amigo me dijo una vez: el único fracaso es el no tener un objetivo hacia donde mirar. Casualmente es un amigo de India.

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