El poeta cubano José Martí dijo que “hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”, que esta era la forma en que dejaríamos nuestra impronta en el mundo.
Cuando se habla de hijos suele referirse sólo a hijos biológicos, con suerte a los adoptados, apañados y solo hace poco tiempo se incluye a las mascotas cómo hijos; pero aquí yo quiero incluir también a los proyectos personales, a quienes se cuida como a un hijo: alimentándolo, cuidándolo, peleándose con él, recibiendo su amor, los frutos de la buena y mala crianza y así un largo etcétera. Es así como siento a Shanti, un hijo que nació en el 2012 y que al día de hoy (21 de abril del 2022) cumple 10 años de risueña existencia.
Mi papi iba avanzando en edad y sus dolencias se hacían sentir cada vez más intensas, por lo que requería de mayor cuidado. Lore y yo decidimos buscar un sitio al sur donde impartir las clases y ella atender a sus pacientes de psicología, después de una extensa búsqueda en nuestros alrededores, sin éxito alguno dijimos “¿y si lo hacemos aquí en casa?”, lo conversamos con mi papi y él estuvo totalmente de acuerdo con la idea propuesta, pues así nos tendría cerca y nosotras no pagaríamos alquiler, punto importante a la hora de iniciar un negocio.
Comenzamos la planificación: vender muebles de la sala y comedor, realizar ciertas adecuaciones en el espacio, diseñar volantes, avisar a los conocidos de la buena nueva “acabábamos de alumbrar a nuestro hijo” y los invitábamos a conocerlo y ser parte de su vida. Todo sucedió relativamente rápido y así quedó nuestra salita para 6 personas, un pequeño altarcito, mats, cubos, cintas y todas las ganas de arrancar.
Lo inauguramos el 21 de abril, con una clase para amigas y luego un brindis donde vinieron unas pocas personas. Más adelante hicimos una bendición y meditación con dos maestros amigos.
A la par de esto, como les conté en el capítulo anterior “Nuevos comienzos” dejé las clases a domicilio y me centré únicamente en Shanti. Había que promover horarios, dar a conocer el sitio y lo que hacíamos.
Los alumnos, pacientes, amigos fueron llegando de a poco, probamos diferentes horarios: 6:00 am, 9:00 am, 11:00 am, 18:00, 19:00, 20:00; hasta que quedamos con los que siguen funcionando hasta hoy (17:00, 18:00 y 19:00), pues definitivamente la mañana no funciona en el sector, no así para las clases personalizadas y las online de los nuevos tiempos.
En estos 10 años hemos tenido experiencias de todo tipo, alegrías, penas, momentos en que decíamos esto no va más, pero siempre pasaba el vendaval. Hace unos 4 años nos reunimos con una persona especializada en marketing, para que nos brinde su opinión y nos de orientación, y él nos dijo: “yo sé que ustedes ven a Shanti como un lugar para la práctica espiritual, pero no deben olvidar que esto también es el negocio del que viven”, la verdad nos costaba verlo así, pero era la realidad. Desde entonces comencé a mover más las redes sociales, a compartir contenido de utilidad para la comunidad interesada en el yoga, la meditación, comida sana, psicología… y claro es un trabajo que a ratos se vuelve un poco cuesta arriba, pero el “hijo” requiere atención y cuidados. Vivir de lo que amas hacer y que además ofrece tantos beneficios al que lo aprovecha, bien vale el esfuerzo.
En febrero del 2020 falleció mi papi, y en marzo entramos en cuarentena por pandemia, contra todo pronóstico salimos adelante con las clases en línea, y dentro de toda adversidad lanzamos nuestro primer nivel de estudio de Yoga y meditación, con clases teóricas de filosofía y prácticas extendidas, algo que lo veía poco probable que resulte y menos aún ese año, pero realmente nos dio muchas gratificaciones.
Hoy celebramos estos 10 años, con amor, con la ilusión de que sigan mejorando los tiempos, que cada vez más gente integre el yoga y la meditación en su vida, con el único afán de ser mejores personas.
Salud 🥂 por Shanti, salud por cada uno de ustedes que nos han acompañado en este viaje.
Om Shanti Shanti Shanti
Es hermosa la historia de Shanti. Las animo a continuar, como dijo un poeta “ se hace camino al andar” . Muchos éxitos para Shanti y para Lauri y Lore.
Que historia! 🙂 y cuanto dice la foto: el espacio y el haz de luz de la mañana entrando, como esperando ser estrenado o talvez recién estrenado mientras hacían su brindis o quizás después del brindis. Pero captura el momento y el lugar del nacimiento de Shanti, convertido en estudio luego de haber sido sala o comedor familiar. Un nuevo comienzo y el proceso de convertirse en algo más que sólo el tiempo contaría: el vientre de una comunidad.
Si la foto salió genial, sin querer. Gracias por tan lindas palabras para Shanti. un abrazo
Felicitaciones por esta primera decada, me consta que ha sido dificil pero se tambien que ha sido todo un exito personal, una gran satisfaccion, un merecido orgullo.
Esto demuestra lo que hace tener voluntad, ganas, fe, confiar en lo Divino, y sobretodo sacar lo mejor de uno.
A mi me orgullese conocer a estas dos valientes mujeres, trabajadoras, emprendedoras, fuertes.
Me enorgullese llamarlas amigas y espero que su gran pasion conlleve a bendecir a muchas personas en el camino santo del yoga.
Un gran abrazo. Salud por muchos años mas.
Gracias Betty querida por siempre estar atenta a nosotras, y a todo lo que emprendemos. El cariño y la atención son recíprocas. te quiero mucho hermana.